No quería prescindir en el blog, del último artículo que me han publicado ya que es muy importante para mí, tanto por la importancia de su contenido como por lo emocionante que fue esta visita moderil y el viaje a Londres.
Para todo aquel que no haya podido leerlo todavía, aquí os traigo DIGNA DE MUSEO.
Los museos albergan en sus salas algunas de esas disciplinas creadas por el hombre que han sido catalogadas como arte, sobre todo la pintura y la escultura, con las que el ser humano no solo pretende crear objetos hermosos sino transmitir con ellos emociones y sentimientos a todo aquel que dedique unos instantes a apreciarlos. Estas disciplinas artísticas a lo largo de la historia han evolucionado y enriqueciendo salas de museos que incluso han ido incorporando la fotografía y la moda, dos disciplinas cada vez más valoradas que luchan por un hueco en las salas de exposiciones más prestigiosas.
Para todo aquel que no haya podido leerlo todavía, aquí os traigo DIGNA DE MUSEO.
Los museos albergan en sus salas algunas de esas disciplinas creadas por el hombre que han sido catalogadas como arte, sobre todo la pintura y la escultura, con las que el ser humano no solo pretende crear objetos hermosos sino transmitir con ellos emociones y sentimientos a todo aquel que dedique unos instantes a apreciarlos. Estas disciplinas artísticas a lo largo de la historia han evolucionado y enriqueciendo salas de museos que incluso han ido incorporando la fotografía y la moda, dos disciplinas cada vez más valoradas que luchan por un hueco en las salas de exposiciones más prestigiosas.
El
eterno debate continúa y la moda sigue sin estar catalogada oficialmente como
arte ya que el objeto creado tiene una función que no es meramente artística,
tiene una finalidad principal que es vestir a las personas. En principio estoy
de acuerdo, pero es justo añadir que esta artesanía ha evolucionado llegando a
ser algo muy conceptual en ocasiones. Se ha adaptado mucho mejor que ciertas
artes a los cambios sociales y a las épocas, incluso me atrevería a decir que
la moda ha sido en gran parte creadora de muchas de ellas, y si a esto le
añadimos que siempre ha mostrado objetos hermosos y que ha transmitido
emociones y sentimientos a todo aquel que ha dedicado unos instantes a
apreciarla, es más que suficiente para admitir que el derecho a compartir salas
en los grandes museos con la pintura y la escultura está más que merecido.
Las exposiciones de moda suelen tener una temática o están
dedicadas a la obra de un gran diseñador como han sido las de Balenciaga, Dior,
Alaïa, Givenchy, Yves Saint Lauren o Gaultier. He podido disfrutar de todas
estas exposiciones y en todas ellas he visto piezas muy hermosas e
interesantes, valorando las aportaciones de cada uno de estos creadores a la
industria de la moda, las sociedad y las épocas, llegando incluso a despertarme
alguna emoción, pero no puedo evitar decir que ninguno de los anteriores lo ha
hecho con tanta intensidad como “Savage Beauty”, la exposición dedicada a la
obra de Alexander McQueen con la que actualmente cuenta el Victoria &
Albert Museum de Londres y que todo amante o curioso de la moda debería visitar.
McQueen
siempre ha sido un gran diseñador, un visionario que no conocía límites a la
hora de crear y que actualmente está catalogado como el diseñador más talentoso
e imaginativo de nuestros tiempos. Desde sus inicios sus prendas han estado
cargadas de una gran intensidad emocional e incluso visceral, fusionando
emociones y políticas, sentimientos, sueños y miedos, enfrentando la fuerza y
la fragilidad con mezclas de tejidos innovadores, uniendo en una misma prenda los
rigores de la sastrería con la riqueza y la ligereza de la Alta Costura. Tras
sus colecciones siempre hay una gran historia, investigación y mucha alma,
cualidades que eran ensalzadas durante el desfile de presentación con unas
puestas en escena que emocionaban al público como nadie había conseguido hasta
el momento, envolviéndolos por completo en la atmósfera del desfile, creando
mundos irreales basados en las más oscuras realidades y haciéndoles partícipes
de la historia que quería contar… las hermosas y oscuras historias interiores
de McQueen.
La
exposición muestra las prendas que mejor transmiten los conceptos más
importantes que inspiraron al diseñador durante toda su carrera como el
romanticismo, presente en muchas versiones durante toda la muestra, el mundo
gótico con prendas de su colección “supercalifragilísticoespiralidoso” como
mayor exponente, la historia, incluida la de sus antepasados durante la caza de
brujas que fue la base de su colección “In memory of Elizabeth”. Su fascinación
por la naturaleza, su rareza y la crueldad del reino animal que tanto marcó su
obra está también presente en algunas de las salas al igual que su extraño
interés por la anatomía humana, pero sobre todo, la exposición muestra la
mezcla de todos estos conceptos, que dieron como fruto unas piezas que rozan lo
sublime.
Cada
una de las salas está perfectamente ambientada. La música es la misma que
sonaba durante la presentación de las colecciones para que los visitantes se
sientan parte de la atmósfera que se creó aquel día durante el desfile.
Desfiles que eran todo un espectáculo de moda conceptual y que sin lugar a
dudas no dejaron indiferente a ninguno de los asistentes. El cierre de la
colección llamada “Número 13”
(primavera-verano 1999) en el que Shalom Harlow era atacada por dos robots que
disparaban pintura sobre su vestido, será siempre recordado en el mundo de la
moda, incluso el propio diseñador lloró de emoción. Imposible olvidar el
tétrico y hermoso sanatorio mental que montó para su colección “Voss” y la partida
de ajedrez viviente con la que termino su desfile de la colección “It´s only a
game”… Esos desfiles no son simple ropa, esto no es solo moda.
Si
preguntáramos a cualquiera de los seguidores o admiradores de Lee, como le
llamaban sus amigos, nos diría que en cada uno de las 36 desfiles para su
propia firma y los 17 creados para Givenchy durante su corta estancia como
director creativo, además de ver magníficas colecciones ejecutadas a la
perfección, se respiraba arte en muchas de las prendas. Yo también estoy de
acuerdo con ellos, porque lo que eleva a un objeto a la categoría de arte no es
solo el objeto en sí o su discutible utilidad, sino la capacidad de emocionar
que tiene, y sin lugar a dudas, para conseguir eso, McQueen era un maestro, un
artista,
Los museos
se adaptan, evolucionan y buscan obras nuevas que despierten el interés y la
emoción del público. “Savage Beauty” ya demostró en 2011 con más de 650.000
visitas en el Metropolitan de Nueva York y lo sigue haciendo en Londres con las
entradas agotadas. La moda interesa, es valorada por gran variedad de públicos
y es admirada y disfrutada tanto o más que cualquier otro arte que vive en los
museos, por lo que es inevitable decir que “Savage Beauty” es el máximo
exponente de que la moda… ES DIGNA DE MUSEO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mira lo que han dicho...